El reloj de mi estación

Cualquier estación que se precie necesita un reloj

Dado que tengo la maqueta instalada en el sótano y que cuando estoy trabajando en ella no suelo llevar reloj de pulsera, no son pocas las veces que me he quedado en ese limbo de no saber que hora es. Creo que vivimos demasiado pendiente del tiempo pero por otro lado el mundo del ferrocarril y los horarios siempre han ido de la mano.

Pensé entonces poner un reloj. Algo bastante fácil: se va a la tienda, se compra uno y se cuelga de la pared. Pero ya me conocéis, ninguno encajaba con lo que yo quería, de manera que me puse manos a la obra.

Esto que veis es el resultado. A muchos os sonará bastante el diseño (sobretodo a los españoles).

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Este es el reloj de la estación de Jaén (uno de ellos). Como este ha habido relojes en casi todas las estaciones españolas. Es un diseño que a cualquiera que mínimamente conozca el mundo ferroviario, le sabe a tren. Por eso decidí hacer mi reloj con este aspecto.

Fijándome en varias fotografías hice la esfera con un programa informático.

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Llevé a imprimir el archivo en vinilo autoadhesivo. Le di el tamaño de la esfera de un reloj que encontré en un bazar para aprovechar el aro metálico que lleva alrededor y el cristal que lo cubre. El aro lo pinté en verde carruaje (era de aluminio) para asimilarlo al original y las manecillas están hechas de lámina de cartón forradas de vinilo negro y pegadas sobre las originales de una máquina de cuarzo.

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Y aquí está presidiendo lo que será la estación principal. Como podéis ver, la construcción de la maqueta va bastante lenta y la decoración brilla por su ausencia, pero eso sí…

…por lo menos se qué hora es.

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